SOBRE
DETRÁS DE LA LENTE
La obra de arte de mi instalación existe en la intersección de la fotografía y la escultura. Esta hibridación de formas se alinea con las corrientes nostálgicas y lúdicas que atraviesan mi práctica. Mi trabajo también considera cuidadosamente la textura, ya que la textura desencadena recuerdos poderosos en mi trabajo. Esta textura es un detonante integral de la identidad autodeterminada, derivada de situaciones geográficas y políticas y arraigada en historias personales. Los cianotipos creados usando reliquias de mi propia historia personal hacen registros bidimensionales de objetos tridimensionales, incorporando el legado del objeto en la representación bidimensional. Mi trabajo en fotografía instantánea también toma la inmediatez del momento como tejido para interpretar nuestros entornos. La fotografía instantánea puede aliviar la sensación de nostalgia por un producto terminado, la imagen latente que se revela en cuestión de segundos. Por lo tanto, mi práctica abarca historias vividas y la inmediatez del momento, capturando vívidas verdades latentes dentro de lo cotidiano.
La influencia transformadora que tiene la memoria en la identidad es un tema clave en mi trabajo. La cámara actúa como una herramienta principal para retener e interpretar recuerdos. Fotógrafo orientado a procesos, mi trabajo es una combinación de fotografía digital, analógica y de procesos alternativos. Como ciudadano estadounidense que llegó a este país como inmigrante, es fundamental para mí capturar recuerdos y narrar visualmente el tiempo perdido a través de la fotografía. Esto se debe a mis esfuerzos por revivir los objetos abandonados y olvidados del pasado de mi familia. Estos impulsos influyen en mi trabajo como fotógrafo experimental: mi interpretación de la fotografía se libera del marco y el borde negros y se transforma en un objeto, invitando al espectador a interactuar.